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ORAR EN FAMILIA

Como padres, abuelos, tíos, hermanos  y/o  columnas de nuestros hogares, tenemos la importante misión de mantener nuestra familia unida, de llevar a nuestros seres queridos, esposo (a), hijos, hermanos, nietos, sobrinos, etc. a “JESÚS”.  Conocemos del gran poder que tiene la oración. Por lo que  altamente recomendamos introducir en los hogares el hábito de la oración en familia y con la familia.
Nuestro Santo Padre Juan Pablo II, decía “La familia que reza unida, permanece unida”

¿Te preocupa tu familia?

Si te has estado preguntando qué puedes hacer para que tu familia viva cada vez más entregada al Señor, para que tus hijos, tus hermanos, tus nietos, tus sobrinos sean buenos cristianos, perseveren en sus estudios, te respeten, y lleven una vida ordenada conforme a la Voluntad de Dios, encontrarás la respuesta en la oración en familia. Muchas familias han experimentado la fuerza que tiene la oración tanto en sus vidas personales como en sus familias.

La Familia es la "Iglesia Doméstica"

Recuerda que la formación de la fe, el cultivo del amor, y las experiencias que alimentan la esperanza en cada ser humano, empiezan en el hogar, que es la pequeña iglesia o "la iglesia doméstica." Nuestros hogares deben ser esa "iglesia doméstica" donde la presencia de Dios reine y donde tanto los padres como los hijos aprendan a vivir y cumplir los mandamientos de Dios. Por lo tanto, tú, como padre, madre o miembro de familia, tienes la mayor responsabilidad en difundir las tradiciones, los valores, la oración, y nuestra Fe Católica a nuestros hijos y a los demás.

No te desanimes

La tarea no es fácil, algunos padres se enfrentan con hijos adolescentes, o con hijos ya adultos que muchas veces no  tienen el hábito de la oración, pero no te desanimes, sólo tienes que decidirte a empezar con este proyecto, ponlo en oración, dialoga con Nuestro Señor y pon en Sus Manos tus deseos.
Luego empieza con el ejemplo, reserva un tiempo para orar con tu cónyuge (si lo tienes), o para orar tu solo/a, tus hijos verán ese ejemplo, y empezarán a preguntarse “qué pasa con mi madre, o qué pasa con mis padres”. Tu ejemplo será el inicio de su camino en la oración, la oración quedara grabada en sus recuerdos como algo positivo.
“Me basta ver rezar a mi padre para comprender cómo oran los santos” SANTA TERESITA DE LISIEUX

Sé perseverante en tu propósito

La siguiente recomendación, tan importante como la anterior es: SÉ PERSEVERANTE, así te encuentres por mucho tiempo orando solo/a o únicamente con tu cónyuge, no te desanimes, Persevera en tu objetivo y los resultados vendrán.

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